"Cuando recibimos en nuestra casa a una nueva persona, casi lo más importante es poderle ofrecer un techo bajo el que cobijarse y un plato de comida que llevarse a la boca. Pero esto no basta, además de toda la atención que puedan requerir (tratamientos y prescripciones médicas, apoyo personal, escucha, comprensión……), es sumamente importante ofrecerle una ocupación. De todos es bien sabido, que la inactividad es un depresor. Si a las personas que llegan, las dejásemos sin una actividad que las motive y las forme…. Posiblemente las estaríamos avocando a una situación de desesperación, frustración y apatía indescriptible……que acabaría con resultados nefastos.
Por ello, es sumamente importante que se impliquen en los diferentes talleres y actividades que están planificadas, o que van surgiendo a través del tiempo: el taller de velas o el desalojo de un hotel, taller de cerámica o el servicio de los comensales, taller de bisutería o apoyo en la construcción del deshidratador solar, taller de carpintería o tendido de la ropa de la colada…..
Todas ellas, son actividades encaminadas a la formación y a la ocupación…a la recuperación de todas y cada una de las personas que viven en esta casa que además sienten un alto grado de satisfacción cuando ven que su trabajo es reconocido por los demás, porque es tan simple como aceptar un premio hacia ellos mismos y a su capacidad de trabajar, de crear, de ser útiles, de servir a los demás…..
Y todo esto es la base de nuestra economía, de nuestra propia subsistencia, quizás debido a la ley del boomerang. Ofreces, das, lanzas…. Y luego, a veces sin esperarlo y otras esperándolo, recibes lo que llega. De esta manera no te preocupas por el rendimiento económico de tu trabajo………..sino que aprendes a seguir adelante, a luchar por tus sueños, a combatir la adversidad, a estar abierta a las diferentes posibilidades que te ofrece la vida. Y sabes que todo llega porque todo es servicio: dar lo mejor que podamos dar a través de nuestro trabajo y presencia. Como bien decía nuestro amigo y maestro Pepe Bravo: Si eres brizna en el camino…no importa, pero intenta ser siempre la mejor brizna de hierba. O si eres abeto en la montaña intenta ser siempre el mejor abeto.
Hace mucho tiempo vino a la Fundación Escuela de solidaridad, un niño con una problemática muy fuerte. Desde que llegó, no hizo otra cosa, que sentarse en un rincón durante días, de manera que no comía ni dormía. En aquel entonces, visitó nuestra casa de Granada, un amigo pintor que quedó totalmente impresionado por aquella figura. Meses después, regresó con un cuadro bajo su brazo. Era el retrato de aquel niño. Cuando todos los integrantes de la casa vieron aquella imagen, quedaron perplejos porque se sintieron íntimamente identificados con la misma. Desde entonces se convirtió en el logotipo de esta fundación. Pasó el tiempo, y todos quisieron que aquella figura se levantara, abriera sus brazos a la vida y empezara a caminar.
En esta ocasión, esta historia, es el motivo de nuestro taller de cerámica y madera. Se han hecho 100 niños en cerámica, y se han envejecido en color plata y oro, para luego colocarlos en troncos de madera de olivo como soporte. Todo un trabajo, una forma de vida, un sueño, o una ilusión compartida…. Que pretendemos además que se convierta en un servicio para todos, de la manera que a cada uno mejor le convenga.”
Tienda Virtual Solidaria: http://www.artedemismanos.org/es/
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