Hace algunas semanas os contábamos cómo, a raíz de nuestra campaña de crowdfunding, se habían producido apoyos y donaciones en especie que estaban yendo más allá del proyecto concreto del deshidratador solar y estaban permitiendo poner en marcha iniciativas que estaban adormecidas por falta de recursos (como la del restaurante solidario). Hoy queremos compartir otra, que por su visibilidad y capacidad de contagio, bien merece un post específico. Tiene que ver con RSC (Responsabilidad Social Corporativa) como también os comentábamos en otro post. Pero sobre todo, tiene que ver con la generosidad humana, y su capacidad de transformar realidades, estemos donde estemos desarrollando nuestra misión en la vida.
Paco conoció nuestro proyecto el pasado 2 de diciembre. Vino a una comida en nuestra casa de acogida, organizada por su hijo y por otros muchos amigos de la asociación ADAPA, que nos apoya desde la Axarquía. Se quedó impresionado por nuestro proyecto, y rápidamente puso sobre las mesa sus posibilidades de colaboración. Quizás con el proyecto del deshidratador tenía poco que aportar. Pero en su condición de empresario de la pyme "Instalaciones Mercado y Díaz S.C." de Vélez-Málaga, quizás sí podía movilizar algunos recursos. Decidió que todos los palets sobrantes de su negocio serían llevados allí para ser utilizados en la carpintería, y lo sobrante como combustible para chimenea. Poco tiempo después, esa decisión personal ha creado una realidad maravillosa para nosotros, que es la que os compartimos hoy: esos palets se han reutilizado en juguetes de madera, leña para el fuego con la que calentar nuestra casa, e incluso material de construcción para mobiliario de juego para niños (ver más fotos)
Hace meses se abrió una posibilidad con nuestra campaña de crowdfunding para el deshidratador solar. Pero una vez abierta la solidaridad, sus eslabones de generosidad pueden llegarnos por cualquier lado. Así que, MUCHAS GRACIAS.