"Tenemos 3 hijos de 11, 10 y 6 años, y los ajetreos del inicio de curso nos habían dejado exhaustos a mi mujer y a mí. La vida nos abosorbe con cientos de historias, tareas y actividades. Pero quizás eso no sea vida, realmente. Necesitábamos desconectar de todo, estar solos en familia.
Actualmente mi mujer y yo vivimos un momento de profundo cambio interior. Buscamos como familia un mundo diferente en el que vivir. Queremos apostar por decisiones y lugares que supongan un consumo responsable y no el enriquecimiento de multinacionales. Por eso creemos en sitios como este, en los que tu descanso ayuda al sostenimiento del Centro de Acogida y al futuro de sus habitantes.
La decisión no pudo ser más acertada. Y no sólo porque la casa goza de un entorno privilegiado y el pueblo es precioso, sino porque la variedad de actividades en un centro tan grande es amplisima: disfrutamos de clases de baile, sesiones guiadas de meditación, masaje en la espalda para mí y Jiatsu para mi mujer, degustaciones gastronómicas en horno de leña, visitas al pueblo y al rastrillo de Coín, unas vistas infinitas desde la terraza de la casa... (ver fotos)
Pero si la riqueza de actividades fue enorme, no fue nada comparado con el tesoro de los momentos vividos. Auténticas joyas de la vida en estado puro. Sin absurdas prisas ni preocupaciones por hipotecas, deudas o prima de riesgo. Y esos momentos se vuelven inolvidables, porque son el reflejo del agradecimiento a la vida de personas que han disfrutado de una segunda oportunidad, y se aferran a ella con la pasión que todos deberíamos sentir.
Momentos mágicos en los que Manyú le dedicaba 5 horas a Toñi, para arreglarle el pelo, las uñas, los pies...quizás con una dedicación que nadie antes le había dedicado en esos menesteres. Momentos mágicos de conversación sosegada junto a Milagros, meciéndose en su butaca. Momentos mágicos en los que Ana compartía cromos de fútbol con mis hijos. Momentos mágicos en los que Toñi se reía con tantas ganas que era imposible no verse contagiado. Momentos mágicos en los que Kaiss jugaba con Rambo, su mascota, haciendo las delicias de todo el mundo. Momentos mágicos en los que Diego compartía sus esperanzas de poder, quizás, viajar algún día a Suiza. Momentos mágicos en los que Antonio hacía confidencias sobre su turbulento pasado, y encaraba un futuro con firmeza y determinación. Momentos mágicos en los que la insistencia repetitiva de Pepe, arrancaba la risa de todos, mientras su hermano Joaquín, le regañaba cariñosamente. Momentos mágicos de conversación con Álvaro por cambiar de modelo de vida y sociedad. Momentos mágicos de conexión con uno mismo o con la energía universal a través de los cuencos tibetanos y los masajes de Senen. Momentos mágicos de charla lavando los platos en la cocina. Momentos mágicos de silenciosa aparición y desaparición de Jesús en la sala. Momentos mágicos del reposado ritual de los tres tés preparados con esmero por Ahmed. Momentos mágicos de monerías de Ángel, bajo las bromas de su padre, y los juegos de su hermano Pepe. Momentos mágicos en la entrada en escena de personas a veces conocidas (Marga, Alejo, Napi...) o a veces desconocidas (....) que viven de lleno la filosofía de "puertas abiertas" y hospitalidad de la casa. Momentos mágicos de lágrimas y confidencias sobre un Pepe Bravo al que no conocimos, pero cuya presencia está en todos los rincones de la casa. Momentos mágicos viendo el enorme compromiso de Mariló....Momentos mágicos sin etiquetas de enfermedad, de pasado o de incapacidad. Momentos mágicos de cariño, escucha activa y respeto, difíciles de encontrar en nuestras prisas diarias. Momentos mágicos sólo cargados de ilusiones.
¡Qué maravilla que haya gente que, experimentada la dureza de la vida hasta límites insospechados, opten por dar gracias por la oportunidad de vivir un presente nuevo como lo que es: ÚNICO! ¡Y qué maravilla que haya personas con la valentía y determinación de sacrificar sus vidas para dar esas oportunidades a otros!
Como dijo el sabio: "la vida es eso que pasa, mientras tú andas liado con otros planes"."
2 comentarios:
Siempre hemos querido que nuestra casa sea una casa de puertas abiertas, que nuestros amigos vengan a compartir con nosotros un pedacito de sus vidas, que nuestra gente se sienta querida y admirada, que tengamos conocimiento de otros mundos y otras realidades…..
Y precisamente esto es lo que ha ocurrido con la visita de nuestros amigos Rafa, Mey y sus hijos. Tal vez ellos buscaban unos días para desconectar, Nosotros hemos tenido la oportunidad de vivir unos momentos preciosos y la oportunidad de agradecerles el haber hecho de éste, su proyecto.
Pero no venían sólos, con ellos las noticias de otros amigos que ya son compartidos: Antonio y Mª José, voluntarios de las ferias pasadas, quienes han posibilitado la donación de un estupendo ordenador e impresora; y de otros muchos con los que se está organizando una nueva comida de convivencia en nuestra casa.
A todos vosotros gracias por formar esa cascada de agua fresca de la que nos alimentamos.
La verdad es que entiendo el mensaje y tendremos/deberemos de probar. Un saludo y espero pronto nos veamos.
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