Hola chicos, soy Nacha, voluntaria de la Casa de Acogida de Pepe Bravo. Hace pocos días explicaba la maravillosa experiencia que estoy viviendo en la casa….sí, soy esa persona que cree en el amor, en la magia y en la ilusión. Bueno, quiero contaros algo precioso que hace muy poquito sucedió y es posible, que así también, podáis entender mejor cómo es la casa. Veréis….. Cuando hace unos meses llegué a la casa…puuuffff ¿cómo explicar lo que salía de mi corazón? No, no sé explicarlo. Pero por si la comparación puede ayudaros a entender, os diré, que dentro de mi pecho sentía como si un enorme castillo de fuegos artificiales estuviese estallando. Salían sentimientos maternales hacia:
- Masi, un increíble muchacho que ha decidido refugiarse dentro de él temporalmente, porque su sensibilidad no le permite entender cómo vivir en este mundo de locura.
- También con Juan Diego fue ese instinto de protección, porque a pesar de su carácter fuerte y siempre intentando demostrar que no necesitaba nada…… madre mía…. cuando le miraba a sus ojos, sentía que me pedían que le acunase como una madre.
- Kais, maravilloso ser y un gran maestro….duro por fuera y un merengue por dentro, también es mi niño.
- Ana Mari: ¡qué fortaleza y qué instinto de supervivencia! junto a su tío Pepe que también vive en la casa intentando disfrutar lo que puede tras una vida muy dura que le ha tocado vivir
- Antonio, después de vivir grandes amarguras, su vida está teniendo un especial sentido… Él, ahora, se considera feliz, y está abierto al amor.
- Como también se está abriendo al amor Chimo después de vagar algunos años sin ningún rumbo: por fin ríe a carcajadas y su cara es relajada.
- Y el mago Ahmed, un hombre callado y bondadoso, que consigue tenernos unidos cada tarde con su preciosa ceremonia del té saharaui. Fantástica persona.
Bueno, tenía que presentar a todas las personas implicadas en la historia que os voy a contar para que así entendáis de lo que hablo cuando digo que mi pecho parecía un castillo de fuegos artificiales. Eran esas emociones increíbles, que me hacían ponerme en el puesto de cada uno para poder estar a la altura de tantos maestro de la vida, intentando comprender sus miedos, sus bloqueos, sus frustraciones… también sus ilusiones y en ocasiones sus decepciones……uuuufffff como digo un revuelo de sentimientos dentro de mí que es lo que me hace sentirme maravillosa mente viva.
¿Cómo definir a Mariló?... la madre, la responsable…..nooooo. Yo creo que es el HADA de la casa, con una preciosa barita mágica para solucionar cada situación de agobio que se pueda presentar.
Hace unos días hablando con Antonio de cosas que podíamos hacer por la casa, surgió el tema de un segundo coche. Con esa pasión que me caracteriza, y con una ilusión extrema como siempre, yo le decía: “Antonio necesitamos un coche, yo tengo mucho que hacer, y así no me puedo mover y hacer lo que yo quisiera”. Así es, que levanté la cabeza mirando al cielo y dije: “Chicos: necesitamos un coche”. Él, que seguía muy atento la conversación, me preguntó: “¿Qué haces?. Le contesté: “pues…. pedírselo al Universo”. Y él, soltó una gran carcajada….Evidentemente corrió a decírselo a sus compañeros. Todos se reían, y me gastaban bromas. No me importaba. La relación con todos es tan bonita, que yo me rio con ellos.
A los dos días Mariló, que no sabía nada, nos hizo saber que el padre de Maxi, nos daba un dinero para comprar un coche de segunda mano……. Jajaja….¿Os imagináis la cara de todos?.....Se quedaron “muertos”. Después de la sorpresa, todo fueron aplausos y risas…. Todos me felicitaban, pero se volvieron a quedar “muertos”, cuando de repente yo levanto la cabeza, y mirando hacia arriba vuelvo a decir: “Chicos: es que yo quiero una furgoneta de nueve plazas”. Sí, imagináis muy bien: se “morían” de la risa, aunque conforme iban pasando los días, les hacía ilusión pensar en una “furgo”. Así podríamos hacer preciosas excursiones todos juntos. Bueno, llenaron sus corazones de esa ilusión, y fueron días bonitos esperando la noticia de que ya teníamos por lo menos coche. Mariló, haciendo uso de esa varita mágica, hablaba con amigos y conocidos, para que llegara el coche adecuado y yo le decía que tenía que ser una “furgo” de nueve plazas. Y ella muy paciente, me decía: “No Nacha, mira: el padre de Masi nos da un dinero, pero no podemos pretender algo que no nos podemos permitir”. A lo que yo, muy segura de lo que decía, le contesté: “Ay, Mari, confía…. tendremos esa “furgo”, y sin poner un duro”.
En fin, ni que decir tiene, que sin nadie buscar a Margarita, que así se llama la “furgo”, ha llegado de una manera tan mágica y bonita que mis chicos han decidido mandar sus ilusiones al Universo, para que sean cumplidas… ja,ja,ja.
Deciros que MARGARITA, no nos ha costado un duro. Muchas gracias a la familia de Maxi y a otros amigos de la Casa que nos han pagado hasta el seguro.
YO CREO EN LA MAGIA, y ahora mis chicos también. Os diré, que sólo aquel que cree en la MAGIA, está destinado a encontrarla.